Fuente: Dpto. Técnico igK 2 Diciembre 2013

Beneficios medioambientales del césped (I)

Una adecuada planificación y mantenimiento de una superficie de césped, ya sea deportivo u ornamental, reporta beneficios al medioambiente que son especialmente significativos cuando lo comparamos con otras actividades agrícolas, industriales y en general con la mayoría de las actividades empresariales.

La evaporación a través de los estomas actúa como un filtro, devolviendo agua limpia a la atmósfera
La evaporación a través de los estomas actúa como un filtro, devolviendo agua limpia a la atmósfera

Los beneficios medioambientales tienen que ver, no solo con la conservación del agua y del aire, sino también con la olvidada conservación del suelo. Aquí enumeramos algunos de ellos.

Control de la erosión y la sedimentación: Sirven como la mejor protección frente a la erosión del agua y al viento. Nuestro suelo es uno de los recursos de mayor valor y también uno de los menos renovables. Gran parte del territorio presenta problemas de erosión de moderados a graves. La erosión del suelo es justo el paso anterior a la desertización.

Conservación y mejora del suelo: La gran densidad de la cubierta vegetal previene la compactación,  aumentando la estabilidad de los agregados del suelo, estimulando el contenido de materia orgánica y aumentando su fertilidad. En definitiva, contribuyendo eficazmente a la conservación del suelo.

Reducción de las partículas en suspensión: Las partículas sólidas del aire, como el polvo, quedan retenidas o adsorbidas en la superficie de las hojas, mejorando la calidad del mismo, disminuyendo la polución y los procesos alérgicos derivados de esta.

Recarga de acuíferos subterráneos: Al reducir la erosión y la escorrentía superficial, favorecemos la infiltración del agua en profundidad y la recarga de los acuíferos.

Reguladores de la temperatura: En áreas urbanas la temperatura puede ser de 5 a 6º C mayor que en las zonas rurales colindantes. El césped, a través  de la evapotranspiración (recordemos que el 10% del agua contenida en la atmósfera proviene de este proceso) enfría las masas de aire en contacto con la superficie, haciendo que el calor generado por nuestra actividad se disipe, disminuyendo la temperatura y refrescando el ambiente.

Adsorción de SO2: El dióxido de azufre pasa a la atmósfera de forma natural por las emisiones volcánicas y oceánicas, pero la mayor parte se genera por la actividad de procesos industriales, centrales eléctricas, y por la combustión de carbón y productos derivados del petróleo. La oxidación del SO2 contenido en la atmósfera junto con la de los óxidos de nitrógeno, da lugar a ácido sulfúrico y ácido nítrico al interaccionar con el vapor de agua, disolviéndose y formando lo que conocemos como lluvia ácida, la cual produce efectos perjudiciales sobre el medioambiente de toda índole. Las plantas son capaces de adsorber dióxido de azufre a través de los estomas de las hojas. Aunque esto no supone un beneficio en la fisiología de la planta, supone un claro beneficio medioambiental.

Filtración y depuración del agua. Prevención de la contaminación: El césped crea un sistema radicular adventicio tremendamente denso que intercepta gran parte de los nutrientes y elementos químicos que se disuelven en el agua. Gracias a la evapotranspiración, el agua limpia es liberada de nuevo a la atmósfera.

¿Te gusta esta página?
Recomienda este sitio en tus redes sociales